Observar la evolución del calzado
es, de alguna forma, estudiar la historia de la humanidad.
Cuenta la leyenda que hace unos
quince mil años, un hombre de la prehistoria quiso proteger sus pies del
molesto suelo helado que le impedía caminar con soltura. El astuto troglodita
tuvo la idea de cubrirlos con piel procedente de un animal que él mismo había
sacrificado. Con el paso del tiempo fue utilizando materiales de mayor calidad,
como el curo y fibras vegetales provistas de una mayor firmeza que sujetaba al
pie con tiras de esparto.
A partir de este primer “zapato”,
que se asemejaba más a una sandalia, podemos hablar del nacimiento del concepto
de calzado. Éste fue evolucionando conforme al ser humano desarrollaba su
inteligencia, adquiriendo otras finalidades que distaban de la de protección y
resguardo del pie y que respondían a cuestiones de índole social y estética.
A lo largo de la historia los
zapatos y materiales que lo forman, han evolucionado, incluso en aspectos
totalmente divergentes, se han empleado metales, pieles (algunos sin curtir y
con pelo) hojas de palmera, paja, madera de diferentes tipos, sedas, bordados y
un sin fin de materiales.
En algunas épocas, como en la
Edad Media, adornaban los zapatos con
telas para reforzar y ajustar más el cuero al pie.
En el siglo XX, los avances en la
industria y la existencia de nuevos materiales como caucho, plástico y
pegamentos han permitido crear diferentes modelos de zapato y fabricarse más
cantidad en menos tiempo. Esto no quita que sigan existiendo los zapatos artesanales,
elaborados con cuero.
Fuentes de información: http://www.bata.cl/productos/materiales.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario